SERVICIO
Las etiquetas de las botellas deben ser visibles a simple vista para los comensales, por lo que ser conveniente tomarla por el reverso del etiquetado. Si algún comensal lo pide, se le mostrara más claramente.
Para servir el vino blanco, la botella se toma del cubo con la mano izquierda y se enjuaga rápidamente con la servilleta de vino, cuidando no restregar la etiqueta, que se podría desprender. A continuación, se coloca el liíto en el antebrazo izquierdo y se toma la botella con la mano derecha protegiendo la botella del contacto con la mano con la servilleta de vino doblada.
Otra formula consiste en envolver la botella con una servilleta al sacarla del cubo, procurando dejar la etiqueta visible.
Se comienza a servir por el anfitrión, sirviéndole un poco de vino para que lo pruebe. Siempre se servir el vino por la derecha del comensal y con el brazo izquierdo en la espalda.
Una vez servido el vino necesario para que lo pruebe (aproximadamente un quinto de copa), se levanta ligeramente la boca de la botella, al tiempo que se la hace girar ligeramente con la muñeca para evitar que gotee.
A continuación, se seca la boca de la botella y se espera a que el anfitrión de su aprobacion para servir a los demás comensales. Tras la aprobación del anfitrión, se servirá a los otros comensales- , siguiendo el mismo orden que con las viandas.
Siempre por la derecha del cliente y sin tropezar con nada, se acerca la boca de la botella al borde de la copa a unos cinco cms. por encima de esta, vertiendo el vino hasta llenar como máximo las 3/4 partes de la copa en el caso de vino blanco y la mitad a 2/3 partes de vino tinto.
Se da un paso atrás y se pasa a servir a otro comensal, repitiendo la operación. Cuando se ha terminando de servir a toda la mesa, se vuelve al anfitrión y se termina de llenar su copa hasta las 3/4 partes. Es muy importante este último servicio, pues es lamentablemente frecuente ver en nuestros restaurantes que el camarero se olvida de la copa del anfitrion tras haber servido a los restantes comensales.
Cuando el vino es tinto, la botella se acostumbra a acercar más a la copa, para que el vino caiga más suavemente.
A pesar del cuidado, al girar la botella para que no gotee puede quedar una gota en la boca; en ese caso, hay que limpiarla con el liíto que se lleva en la mano izquierda, entre servicio de comensal y comensal.
Una vez servido, se coloca la botella en el aparador o en la mesa auxiliar o bien en el cubo, según se trate de vino tinto o blanco. Se volver a servir cuando sea necesario, sin esperar a que lo requiera algún comensal.
MATERIAL NECESARIO -Mesa montada -Sillas -Botella -Cubo -Pie -liíto
Las etiquetas de las botellas deben ser visibles a simple vista para los comensales, por lo que ser conveniente tomarla por el reverso del etiquetado. Si algún comensal lo pide, se le mostrara más claramente.
Para servir el vino blanco, la botella se toma del cubo con la mano izquierda y se enjuaga rápidamente con la servilleta de vino, cuidando no restregar la etiqueta, que se podría desprender. A continuación, se coloca el liíto en el antebrazo izquierdo y se toma la botella con la mano derecha protegiendo la botella del contacto con la mano con la servilleta de vino doblada.
Otra formula consiste en envolver la botella con una servilleta al sacarla del cubo, procurando dejar la etiqueta visible.
Se comienza a servir por el anfitrión, sirviéndole un poco de vino para que lo pruebe. Siempre se servir el vino por la derecha del comensal y con el brazo izquierdo en la espalda.
Una vez servido el vino necesario para que lo pruebe (aproximadamente un quinto de copa), se levanta ligeramente la boca de la botella, al tiempo que se la hace girar ligeramente con la muñeca para evitar que gotee.
A continuación, se seca la boca de la botella y se espera a que el anfitrión de su aprobacion para servir a los demás comensales. Tras la aprobación del anfitrión, se servirá a los otros comensales- , siguiendo el mismo orden que con las viandas.
Siempre por la derecha del cliente y sin tropezar con nada, se acerca la boca de la botella al borde de la copa a unos cinco cms. por encima de esta, vertiendo el vino hasta llenar como máximo las 3/4 partes de la copa en el caso de vino blanco y la mitad a 2/3 partes de vino tinto.
Se da un paso atrás y se pasa a servir a otro comensal, repitiendo la operación. Cuando se ha terminando de servir a toda la mesa, se vuelve al anfitrión y se termina de llenar su copa hasta las 3/4 partes. Es muy importante este último servicio, pues es lamentablemente frecuente ver en nuestros restaurantes que el camarero se olvida de la copa del anfitrion tras haber servido a los restantes comensales.
Cuando el vino es tinto, la botella se acostumbra a acercar más a la copa, para que el vino caiga más suavemente.
A pesar del cuidado, al girar la botella para que no gotee puede quedar una gota en la boca; en ese caso, hay que limpiarla con el liíto que se lleva en la mano izquierda, entre servicio de comensal y comensal.
Una vez servido, se coloca la botella en el aparador o en la mesa auxiliar o bien en el cubo, según se trate de vino tinto o blanco. Se volver a servir cuando sea necesario, sin esperar a que lo requiera algún comensal.
MATERIAL NECESARIO -Mesa montada -Sillas -Botella -Cubo -Pie -liíto